La integración empresarial como estrategia competitiva
La situación actual de inestabilidad e incertidumbre económica hace que estemos viviendo en una época de constante volatilidad en la que las empresas experimentan cambios organizacionales, fusiones, adquisiciones, entre otros.
En los últimos tiempos hemos visto cómo estas operaciones se han convertido en un mecanismo de integración comercial para salir adelante, afrontar desafíos, gestionar los riesgos de la inversión y dar soluciones a problemas económicos y de viabilidad empresarial.
A la hora de plantear este tipo de estrategia, las empresas buscan una serie de objetivos:
- Conquistar nuevos mercados.
- Aumentar el volumen de facturación y los beneficios.
- Reducir su vulnerabilidad y aumentar el control que tengan de su mercado.
La integración empresarial como estrategia busca que la empresa o empresas sean más competitivas y, por tanto, tenga un mejor posicionamiento en el mercado que cuando se trabajaba sola y se piensa solamente en sobrevivir.
En este sentido, podemos diferenciar entre varios tipos de integración que pasamos a definir:
- Integración vertical: tiene lugar cuando una empresa lleva a cabo actividades que tradicionalmente se habían delegado a terceros. En este caso la empresa se encarga de más de una fase del proceso productivo.
Principales métodos para llevar a cabo una integración vertical:
- Hacia atrás: la empresa adquiere o se asocia con otras para abarcar fases previas de la producción. Por ejemplo, Apple con el IOS Software.
- Hacia delante: la empresa es propietaria o maneja fases productivas más cercanas al cliente. Por ejemplo, centros logísticos o canales de distribución propios.
- Compensada: cuando se realizan conjuntamente ambos tipos de integración. Por ejemplo, Inditex con su propia producción y con una red de tiendas propias.
Este tipo de integración tiene una serie de ventajas como son:
- Control y reducción de costes.
- Mayor control sobre la cadena de producción.
- Mayor poder y presencia en el mercado.
En cuanto a los inconvenientes, podemos señalar los siguientes:
- Elevada inversión.
- Mayor rigidez.
- Fomento de la burocracia.
- Integración horizontal: es la fusión de dos o más empresas que ocupan niveles similares en la cadena de suministro de producción, y, sin embargo, pueden estar en la misma o diferentes industrias.
Principales métodos para llevar a cabo una integración horizontal:
- Crear una serie de empresas subsidiarias con una base muy parecida a la empresa matriz, pero con productos que satisfagan necesidades distintas. Por ejemplo, Inditex con Zara, Bershka, Pull & Bear…
- Adquirir empresas que operan en el mismo mercado, pero en otras zonas. Por ejemplo, un distribuidor que va a operar en otra zona y opta por adquirir un distribuidor allí.
- Fusión entre empresas que operen en el mismo nivel o industria como estrategia para ganar cuota de mercado. Por ejemplo, Disney y Pixar, o Facebook e Instagram.
Las ventajas de este tipo de integración son:
- Minimiza la competencia.
- Mejora el poder de negociación.
- Los canales de distribución pueden ser mayores.
- Se crean barreras a la entrada más fuertes.
- Disminuyen los costes en comercio internacional.
Los inconvenientes son:
- Falta de comunicación y operatividad entre empresas.
- Existe riesgo de operar de manera monopolística.
Sea cual sea tu modelo de negocio, en CTA Group te ayudamos a definir las estrategias que mejor se adapten a tu entorno competitivo, así como, tus objetivos empresariales.
