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Reestructuración de las empresas

Reestructuración de las empresas: qué es y para qué sirve

Una de las grandes consecuencias que nos ha generado la pandemia COVID-19 es la continua aparición de la palabra “reestructuración” entre los titulares de los noticiarios empresariales. En este post del blog te vamos a enseñar qué es y para qué sirve la reestructuración de las empresas. ¡Toma nota!

¿Cómo es el proceso de reestructuración empresarial?

Con mucha asiduidad asociamos la palabra “reestructuración” a la realización de grandes cambios. Y desde un punto de vista empresarial, una reestructuración puede ser vista como un giro completo de estrategia para que la empresa retome la senda del crecimiento, o para que salga de una situación insostenible que ponga en peligro su supervivencia. Pero no necesariamente todo proceso de reestructuración empresarial es un cambio drástico ni precisa de una crisis económica para ser llevada a cabo. 

Si acudimos a la Real Academia de la Lengua Española, se define el concepto de reestructuración como “Articular, distribuir, ordenar las partes de un conjunto”. 

En este sentido, cada empresa se enfrenta constantemente a los éxitos y fracasos a lo largo de su trayectoria. Y todo buen gestor que tenga experiencia y esté bien asesorado, sabe que las empresas tienen un ciclo de vida donde, debido a múltiples factores, en su fase de expansión o madurez necesitan adaptarse, renovarse, reestructurarse, o de lo contrario se verán abocados al camino del declive. Nuestra capacidad de anticiparnos permitirá que tengamos una visión global y que, mediante leves modificaciones y cambios progresivos, se consigan minimizar daños y no acometer grandes reestructuraciones. 

Por tanto, debemos alejar el concepto de «reestructuración» como algo defensivo, consecuencia de una gran crisis, y empezar a ver que una reestructuración puede estar enfocada en el crecimiento y la competitividad.

Tipos de reestructuración de empresas

Podemos hablar de dos tipos principales de reestructuraciones de empresas: operativas y financieras.

REESTRUCTURACIÓN OPERATIVA

Este proceso abarca múltiples aspectos empresariales que van desde una revisión del Core Business hasta el análisis de las áreas productivas existentes. Las causas que provocan estos cambios pueden ser internas o externas. Teniendo esto en cuenta, siempre recomendamos que toda empresa tenga presente su análisis DAFO, actualizado y en constante estudio

Podríamos citar como causas internas algunas de las siguientes:  

  • Pérdida de posicionamiento y relevancia en el mercado. 
  • Obsolescencia de nuestro producto o servicio. 
  • Alta rotación de empleados junto con incapacidad para retener a los mejores profesionales. 
  • Mal ambiente de trabajo y /o problemas de comunicación interna. 
  • Existencia de funciones y responsabilidades poco claras o dudosas. 
  • Indicios de falta de eficiencia y eficacia; etc. 

Entre las causas externas podríamos nombrar:  

  • Cambios en las tendencias de consumo. 
  • Entrada de nuevos competidores. 
  • Crisis económica global o en nuestro sector operativo. 
  • Cambios legislativos que afectan a nuestro Core Business. 
  • Cambios en el sector, a nivel tecnológico que devienen en nuevos productos o servicios, nuevas formas de producirlos o nuevos canales de venta.

REESTRUCTURACIÓN FINANCIERA

En este caso hablamos de un proceso que tiene lugar ante la existencia de problemas de liquidez o de insolvencia actual o futura. En muchas ocasiones, cuando ocurre una reestructuración financiera es bastante probable que previamente haya tenido lugar una reestructuración operativa que no ha tenido éxito. El origen de estos problemas puede ser múltiple.

Entre las causas internas podemos diferenciar:

  • Incorrecta estructura económico-financiera. 
  • Excesivo peso de la financiación ajena. 
  • Márgenes brutos demasiado bajos. 
  • Flujos de caja deficientes. 
  • Costes laborales elevados, etc…

Por su lado, las principales causas externas que nos obliguen a este proceso pueden ser:

  • Crisis económica que afecte a la demanda de tu producto/servicio. 
  • Crisis económica que afecte al acceso a la financiación ajena. 
  • Pérdida de cuota de mercado por las acciones de tu competencia. 
  • Cambios fiscales y/o nuevas oportunidades en forma de ayudas públicas y subvenciones, etc…

UNA BUENA ESTRATEGIA PARA MEJORAR LA COMPETITIVIDAD

Las acciones que podemos llevar a cabo en una reestructuración operativa o financiera son casi infinitas, pero todas ellas tienen como objetivo mínimo garantizar el nivel de competitividad actual. El objetivo deseado es mejorar la competitividad eliminando aquellas actividades que supongan un lastre y/o separando inversiones que no estén relacionadas con la actividad principal de la compañía. 

Así las distintas estrategias que se pueden llevar a cabo en un proceso de reestructuración financiera van a depender de donde queramos poner el foco: 

  • Cambios en el lado del activo, haciendo que nuestros activos sean más rentables y generen más ingresos. 
  • Cambios en el lado del pasivo, reduciendo nuestra deuda, convirtiendo deuda en capital, refinanciándola con menor coste y con mayor vencimiento, etc. 
  • También podemos centrarnos en acciones respecto a los ingresos, generando acciones productivas y comerciales que nos hagan aumentar la facturación. 
  • O bien respecto a los gastos, reduciendo costes de explotación, salariales vía ERE, financieros, externalización de procesos o redes de distribución, reducción de nuestra cartera de productos/servicios, etc. 

Gracias a las oportunidades de mercado surgidas, la empresa debe analizar las amenazas existentes y convertirlas en nuevas oportunidades de generación de valor. Y siempre con el objetivo, no solo de crecer, sino de salvaguardar el patrimonio de la empresa y el patrimonio personal de sus accionistas. Detectar y apoyar el liderazgo de la empresa, diagnosticar y evaluar en profundidad la situación de la empresa y diseñar y aplicar el plan de reestructuración son las fases principales de este proceso.  

Cualquier reestructuración, ya sea operativa o financiera, implica cambios relevantes que van a marcar el futuro de tu empresa. En este escenario es fundamental contar con el asesoramiento adecuado para poder llevar a buen puerto este proceso.

Desde CTA Group aportamos nuestra amplia experiencia en distintos sectores, con participación en distintos procesos de reestructuración y un conocimiento experto en estrategia y finanzas. 

Procesos de reorganización societaria, due diligence, valoración de unidades de negocio, o diseño de estructuras de inversión son algunas de las soluciones que podemos desarrollar en tu negocio. ¿Hablamos?

  

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