En el entorno actual, tan volátil y con tanta información (verdadera o no) que puede tener capacidad de influir en las decisiones de los agentes que componen el mercado, saber el valor de nuestras compañías puede ser un aspecto clave en la estrategia de todos los empresarios.

Cada vez es más habitual usar términos como EBITDA, flujo libre de caja, valor actual ajustado o valor económico añadido.

Calcular el valor de una empresa no es más que obtener el valor que puede tener una compañía. Así de sencillo y así de complicado.

¿Y qué es el valor de una empresa? Desde luego no es el precio que pagas por una empresa. Valor y precio son cosas distintas. El precio es lo que pagas por un bien o un activo concreto y el valor es lo que esperas recibir o lo que recibes cuando adquieres ese activo.

Intentar comprar pagando un precio inferior al valor que tiene una empresa es sin duda uno de los objetivos que tenemos a la hora de ponernos a valorar una empresa.

Lo más importante en la valoración de empresas suele ser el propio futuro de la compañía. Por tanto los beneficios y flujos de efectivo futuros suelen tener un peso muy importante a la hora de fijar un valor para una determinada empresa.

¿Cómo hacer un informe de valoración de una empresa?

Para hacer un informe de valoración de una empresa se requiere tener ciertos conocimientos financieros y contables para poder entender bien las cuentas anuales que presentan las compañías. Por ello, es muy recomendable ponerse en manos de especialistas que garanticen tres aspectos fundamentales:

• Una mirada externa que garantice imparcialidad en el análisis.
• Un conocimiento técnico profundo que permita tener la seguridad de un análisis bien realizado y con garantía de éxito.
• Un conocimiento de los procesos de valoración para llevar en todo momento el tiempo correcto para cada operación.

Existen varios métodos de valoración dependiendo de los factores y variables en las que nos fijemos.

Elegir un método de valoración es muy difícil ya que no existe el método por excelencia o el método infalible. Desde CTA Group solemos usar varios métodos de valoración en cada análisis para luego obtener un rango de valoraciones en la que incluir el valor de una empresa.

El proceso que llevamos a cabo desde CTA Group para calcular la valoración de una empresa está cimentado en unos pilares básicos:

• Un trabajo amplio y profundo sobre todo lo que rodea a una compañía, analizando su historia y todo lo que la ha llevado hasta el punto actual.
• Un trabajo de análisis interno de todas las áreas de la empresa, identificando las líneas de más valor y aquellas otras que están restando valor en el conjunto de la empresa.
• Y sobre todo, y muy importante, necesita de sentido común, sensatez y mucha práctica y experiencia.

 ¿Para qué sirve la valoración de una empresa?

Existen muchas razones en las que puede ser relevante un informe de valoración de un empresa, y no necesariamente puede deberse a una posible venta de dicha compañía. Por eso, a continuación os vamos a explicar para qué sirve una valoración de una  empresa:

• Una de las más relevantes es que, ante un escenario en que un posible accionista o inversionista propusiera una inyección de recursos o incrementar su participación en la organización, es necesario conocer su valor estimado, con base en criterios financieros. Dicho valor no sólo es determinado por lo que reflejan sus instalaciones físicas, los saldos de los activos del Balance de situación o las rentabilidades reflejadas en la Cuenta de Explotación, sino también por la capacidad actual y futura de generar efectivo, que le permita mantener su operación de manera sostenible y autónoma y permita compensar no sólo a sus accionistas sino a sus demás grupos de interés (colaboradores, proveedores, entidades financieras, Gobierno, entre otros).
• La valoración de una empresa también puede ser importante para conocer, con un enfoque de largo plazo, la efectividad de la gestión de los directivos de la compañía. Esto quiere decir que, a partir de las políticas financieras definidas en la organización y la gestión desarrollada para el alcance de resultados, se puede evaluar si los planes estratégicos se están traduciendo en generación de valor para sus accionistas, lo que podría significar un incremento en el reparto de dividendos en el futuro o un mayor precio de venta de alguna participación por parte de algún accionista.
• La valoración de empresas también puede ser la base para desarrollar aspectos estratégicos de una empresa como la definición de políticas de reparto de dividendos, reinversión de beneficios en la compañía o el desarrollo de otros proyectos más atractivos en cuanto a rentabilidad, además de identificar un nivel adecuado de endeudamiento que sea manejable y hacer una estructuración adecuada de capital, entre otros.
• Finalmente, por supuesto, conocer la estimación del valor de una empresa, con base en criterios financieros y de mercado, es útil para otros tipos de procesos como la compra o venta parcial o total de las acciones de una sociedad, fusiones, adquisiciones, escisiones, o emisión de acciones para el ingreso de nuevos inversionistas. De hecho, cuando una organización decide emitir acciones en una Bolsa de Valores, la valoración de ésta es el primer paso para identificar el precio base que tendrán sus acciones, con el fin de desarrollar el proceso de colocación en el mercado accionario.

Las valoraciones de empresas deben también actualizarse con el tiempo y tras la publicación de noticias, hechos relevantes, presentación de resultados o cualquier evento que pueda llevar a cambiarnos las hipótesis y previsiones que hayamos realizado previamente.

<< Si te ha gustado este post, no te pierdas la segunda parte: 3 preguntas sobre cómo calcular el valor de una empresa , donde resolvemos algunas de las dudas y preguntas más frecuentes que surgen en este tipo de proyectos. Si por lo contrario, necesitas ayuda para realizar una valoración de tu empresa, ponte en contacto con nosotros .>>